En 1859, Arnold Vogel, un joven alemán nacido en Hamburgo llegó al hermoso Estado de Colima. Don Arnoldo, como le conocían, se convirtió en un respetado hacendado y en el productor de café más importante de la región. Su café llegó a importarse hasta Alemania para consumo de la corte imperial. El café de Kolimann se cultiva en las faldas del Volcán de Colima, mismas tierras que un día le pertenecieron a Vogel.
Ese “mann” (hombre en alemán) es mi bisabuelo. Inspirada por él y el lugar donde nací, quise crear una marca que ofreciera una alternativa saludable al café tradicional. Al igual que tú, he pasado por momentos difíciles, donde la ansiedad, la depresión, el insomnio o el cansancio provocado por la vida moderna nos ponen a prueba.
En mi búsqueda por sanar mi cuerpo, mente y espíritu me encontré con el mundo de los hongos adaptógenos y experimenté lo poderosos que son. Siendo amante del café quise en combinar su delicioso sabor con los beneficios de estos hongos para lograr un balance en mi vida y en la de las personas que me rodean. ¡Adiós ansiedad, hola claridad y enfoque! Deseo de corazón que tú también encuentres esa armonía.